Guía Gestión

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sábado, 20 de agosto de 2016

MOSTRAMOS


AQUA VITAE CONTINUA

Y es así que llegué a los dos primeros años de mi enfermedad, encadenado a una prótesis en la tráquea, que es la que me permite respirar sin que se cierre la misma, pues la secuela se llama “estenosis traqueal” o que es lo mismo a decir que soy portador de una estrechez importante de la tráquea.

Que hay soluciones para todo? Si claro, pero después de tanto tiempo de baja médica, con tantas visitas a especialistas y diferentes consultas medicas, que te digan asi como que no pasa nada… “Su prótesis es permanente” y tan tranquilos me lo dicen y tan tranquilo me tengo que quedar.

Pero no es asi como me siento, quiero rebelarme, quiero hacer todo para conseguir mas y mas opciones, donde exista una solución y que pueda apoyarme en ella para resolver mi problema de salud.

Para que me entiendan mejor, les voy a dar una analogía que me parece la más acertada, imagínense ser un cetáceo que vive la mitad de su vida en el mar, pero un dia es atrapado en redes especiales y trasladado a un acuario, donde va a vivir el resto de su vida, sin derecho a horizontes ni libertad completa.

Claro que el acuario es limpio, grande, te alimentan, te enseñan a llevar una vida confortable con tu problema, pero falta lo mas importante… Libertad.

Como todo recinto cerrado, tienes que estar alerta a cualquier cambio en tu entorno, o de quienes están cuidando tu estado, no sea que te quedes sin acuario, sin mar y sin posibilidad de otro local donde puedas seguir respirando en tu liquido ambiente. 

Pues es asi como me siento, pero sin el agua vital, mi prótesis es ese acuario, la medicina no me da otro chance de reconstruir mi traquea y con la contrapartida de tener que cambiar la prótesis entre seis y nueve meses para no correr el riesgo de que la misma se acople definitivamente a la tráquea y después no haya forma de retirarla en caso de necesidad. 


miércoles, 17 de agosto de 2016

AQUA VITAE MI EXPERIENCIA PROXIMA A LA MUERTE

Mi experiencia próxima a la muerte.
Escribir este texto desde mi convalecencia después de salir del hospital, me está ayudando a mantener lejos la depresión, no es que este negativo o mal psicológicamente, pero evita que este llorando sin sentido, al final estoy vivo y poco a poco saliendo adelante con la ayuda de mi mujer y de mi familia, tanto la española como la brasileña. Las cuales me dan todo el apoyo y el cariño que necesito.

Escribir me está ayudando a no olvidarme de que muchas personas estuvieron atrás de mi salud, especialmente a los especialistas, médicos y enfermeras de la UVI, del Hospital Santa Rita de la ciudad de Maringá, quienes cuidaron de que yo me mantuviera vivo con tan poco margen de éxito. 

Ahora en estos momentos es cuando se reflexiona y se ve las cosas con todos los colores de la vida y no solo los que tu quieres, por decirlo de una forma suave, porque la vida es dura y el que tiene que mantenerse en ella tiene que luchar y ser agradecido por lo que se consigue, pero también es querer ser más y no dejarse las oportunidades atrás, para que otros las luchen por ti. 

El pasado día 2 de Junio comenzó mi lucha contra lo que nadie se imaginaba, al infeccionarse uno de mis dedos del pie derecho, después de herirme en un accidente casero y perder una uña. Yo pensaba que saldría otra y me curaba rápido. Pero días más tarde tuve que irme al centro de urgencias donde me informan que ese dedo lo tenía perdido y lo tendrían que amputar. La suerte fue que me llevaron el mismo día al hospital Santa Rita y seria visto por un cirujano especialista, ella confirma que el dedo tiene que ser amputado y ya quedaba ingresado para la operación a realizar al día siguiente. 

En estos casos, se requiere que el cardiólogo, el anestesista, el cirujano y un montón de exámenes de sangre y orina, aparte de radiografías sean efectuadas y que todos den el visto bueno para efectuar la cirugía. Confirmado todos estos pasos, me fue retirado el dedo y fui devuelto al cuarto para recuperarme de la anestesia epidural que fue la escogida para la operación.

Al día siguiente comenzó lo complicado, me faltaba aire para respirar y me estaba asfixiando como si los pulmones se hubiesen encogido dentro de mí mismo, ahí saltaron todas las alarmas conmigo, comenzaron a ponerme oxigeno y a hacerme más pruebas de sangre y radiografías, y yo me sentía morir. Fui llevado al centro cirurgico de nuevo y yo gritaba que no podía respirar. Hasta ahí es lo que recuerdo de esos días, lo demás es cuenta de lo que me fui enterando por mi mujer y por los médicos, después de pasar más de dos semanas en la UVI del hospital, luchando por vivir, me aplicaron un coma inducido, yo no era más, el responsable de mi vida. 

Los médicos le dieron a María unos documentos para firmar, porque el riesgo de mi fallecimiento era del 80%, también le dijeron que tenía que informar a mi familia en España para prepararse para lo peor. Yo no supe de nada, pero todos se movilizaron para saber qué hacer dependiendo de lo que acontecería. 

Los días de la UVI fueron días de pesadillas y de sueños que sin yo saberlo, eran murallas del coma inducido para yo no saber que estaba ocurriendo con mi cuerpo, que entro en infección generalizada, con pulmones, riñones y corazón muy afectados, con hipertensión, diabetes y una traqueotomía para poder mantenerme vivo con aparatos y sondas.

Yo no sabía quién me estaba cuidando, quien me estaba curando, quien me estaba orando o quien me cogía la mano. María me dijo que hasta derrumbe aparatos que tenía conectados, me quitaba sondas y me revolvía en aquel lecho de la UVI, pero que yo me mantenía con la suerte a mi lado. En mis pesadillas, vi de todo, viaje, sufrí terror, angustias y siempre era una pesadilla atrás de otra.

Cuando comencé a entrar en razón y ver trazos de realidad entre mis pesadillas, había una circunstancia que me hacia implorar por agua, la sed. Horrible sensación de sed que no acababa, a todos los que pasaban cerca de mi les pedía agua. Sin voz y resoplando por la traqueotomía pedía agua sin parar, pero me estaba prohibido beber agua y solo recibía algodones mojados en agua, hasta la manguera de oxigeno comprimido goteaba agua, yo procuraba que cayese en mis labios, me movía y llevaba bronca, intentaba acomodarme entre tanto aparato y cama tipo “mecano” y ya tenía alguna enfermera a mi lado a ver si estaba quitándome alguna sonda o haciendo alguna trastada para hacerme con agua. 

Recuerdo que cuando abría los ojos durante mi despertar consciente. Miraba las paredes y el techo de la UVI y observaba como mudaban de color, parecía papel de pared estampados que se movían y cambiaban de color, me imaginaba que estaba la muerte esperando recogerme entre tanto colorido. Ahora se que eran las cortinas de algunas ventanas o reflejos del exterior que pasaban por las ventanas y me hacían pensar así.

En algún momento de consciencia, uno de los médicos llego hasta mí, me hablaba, me miraba con cara de preocupación y me dijo… “no contaba contigo, estaba casi seguro que no saldrías de esta”. Después me observaba y me decía, “estas mejor, lucha y ten paciencia”.

De noche me higienizaban y me cambiaban el pañal geriátrico que era mi única vestimenta, lo demás eran sondas y parches conectados en mi piel a aparatos que me controlaban. Yo volvía de mi coma muy despacio y mezclaba lo real con lo que imaginaba, venían personas a verme y yo sin enterarme pero siempre implorado por agua, que por alguna razón todos me la daban con un algodón húmedo, creo que todos fueron informados que la tenía prohibida tomar por la boca. 

Comencé a depararme que la manguera de oxigeno comprimido era más agradable por darme un aire casi congelante, lo cual hacia más ameno el dormir y poder mantenerme más en calma. Como no podía hablar, pedía a las enfermeras y a María algo para escribir, más todo en vano, no tenia reflejos ni fuerzas. Preguntaba donde estaba?, quienes eran aquellas personas?, porque escuchaba hablar en otros idiomas?, porque estaba allí?, si era de día o de noche?. Y así comenzaba a reintegrarme a la realidad, sin saber que todavía estaba con mi cerebro y mi cuerpo lleno de medicación fuerte y que hacia mi despertar menos dolorosa y bajo vigilancia.

Recuerdo oír lamentaciones, lloros, quejas, sonidos de aparatos y las enfermeras hablando conmigo o tomando muestras de sangre o llevándose mi orina que salía por la sonda colocada en mi uretra. Pero lo que más me emociona recordar es ver llegar a mi mujer, que se pasaba el día entero trabajando, se pasaba el día entero informando a la familia y de noche llegaba a mi lado, para darme el cariño que necesitaba, yo estaba ya saliendo de mi inconsciencia pero estaba muy débil y me dormía. Ella me hablaba de lo que mi familia estaba diciendo y lo que ella les decía, por lo visto todo el mundo estaba preparando la logística para que mi hijo me llevase de vuelta por muy pequeño que fuese el paquete. 

Ella fue el as más fuerte de mi juego, nunca desistió, nunca me dejo a mi destino, así de este modo a final de junio fui dado de alta del hospital y volví en ambulancia hasta casa, donde comencé a revitalizarme y con mucha paciencia y ayuda de la familia, ahora es empezar a mejorar.

El ”aqua vitae” es tu propia fuerza vital, porque la vida es dura y el que tiene que mantenerse en ella tiene que luchar y ser agradecido por lo que se consigue, querer ser más y no dejarse las oportunidades atrás, para que otros las luchen por ti. Gracias María por darme parte de tu lucha, gracias familia por ser parte de mi lucha, gracias a todos aquellos que dieron parte de su lucha para que yo pueda decirlo. Amo a todos.


AQUA VITAE EL PRINCIPIO


18 Septiembre 2011, Entre en urgencias del hospital por una infección en el pie izquierdo, pero ya estoy en casa tomando mas antibióticos y procurar dormir, en el hospital no pude hacerlo, no se qué me pasa en el pie y ellos tampoco, pero espero que pronto estaré de pie. No mejora el asunto, volví a ingresar en el hospital, por la presunta culpa de una picadura de araña, el veneno me esta dejando el pie como una pata asada. El pie está destrozado por el veneno de la araña. Por la noche un medico de planton me dice que si por la mañana no pada de hinchar y de necrosar, van a pensar en amputar el pie...

20 septiembre 2011, todavía conservo mi pie, enorme, pero esta aquí conmigo, ayer de mañana comenzaron a ponerme antídoto para este tipo de veneno y aunque me duele horrores, pues parece que van a esperar para ver como paso el dia, por la tarde de ayer pase por cirugía para colocar un drenaje en el pie. Ahora es esperar a que pare de gotear mi carne como si fuera un sangrado espeso y si Dios quiere comience la nueva piel a se formar. Todo el pie izquierdo parece quemado y por culpa de el veneno de esta pequeñita araña.

23 septiembre 2011, Vino el doctor hoy a hacer la visita. La araña marrón no llegó a los músculos superiores De la pierna, que suerte. Sólo se concentro en El pie y la piel. Estoy con antídoto contra veneno de insectos punzantes, un drenaje, pues la piel y el musculo del pie esta deshaciéndose en forma de líquido y me pinchan antibióticos. Todo va mejorando y no tienen que amputar dedos o parte del pie. Esta vez ha habido mucha suerte. Pero sigo ingresado indefinitivamente.

Es un cuarto aislado por tener las defensas bajas por culpa del veneno. Tengo un ventilador para mi solito y mi celular para escribir como voy avanzando día a día. Pero también tengo mi familia y mis amigos que en la distancia me hacen compañía. Gracias por los ánimos y con el pasar de los días estaré mejor. 

En el hospital me están cuidando bien. Hasta otros médicos vienen a visitarme sólo para hablar español conmigo. Aquí soy el bicho raro y preguntan de todo. El hospital es como los nuestros pero de hace 40 años atrás. La gente es muy buena conmigo y esto es para rato. 

26 septiembre de 2011, Anoche tocó peli de terror. Me bajo el azúcar de 130 a 55 en menos de cinco minutos. Casi me diluyo en sudor y el corazón se puso a latir como un tambor “troppo arrabiato”. Llegó médico y dos enfermeras. Y yo en el quinto pino. Pero me devolvieron a la normalidad. Hoy parece que hubo bronca con los de anoche por ponerme un medicamento contraindicado. Hoy lo cuento con cachondeo pero anoche fue de pánico. Ahora pregunto que me dan cada vez que tengo que tomar algo. Por suerte el pie sigue en su sitio. 

Para estar tantos días en un hospital se necesita mucho ánimo. Ser positivo y tener um buen humor a prueba de bombas. Estando aquí me acuerdo mucho de mi hermano Alexi que pasó una infancia ingresado en hospitales. El siempre fue y es un hombre que derrocha felicidad por muy mal que estuviese. Gracias hermano por hacerme sentir que estas a mi lado. Mi madre que siempre saca fuerzas y coraje para no dar un paso atrás. Mi hermano Julio por su vitalidad y siempre a mi lado. Mi hijo Kevin porque me llena de orgullo. Todos mis amigos porque siento sus huellas en mi camino. Gracias porque son parte de mi bienestar aunque este lejos. 

29 septiembre de 2011, Ya están llegando los olores del arroz con judías… Que rico. Hoy me conmo dos platos y voy a pedir dos más para hacer un picnic por la tarde. Es que en este hospital se come muy bien. El pie sigue en el mismo sitio. Eso significa que está mejorando digo yo. porque no quiero ni verlo cuando me cambian el vendaje.

Me entretengo contando los pinchazos que me estoy llevando por culpa de las venas bailarinas. Me ducho sentado en uma silla de plástico. Tengo que confesarlo…Ya me sale por los oídos el arroz con judías del menú diario y para rematar tienen un cachondeo con el español, aquí en el hospital. Lo dicho, aquí el bicho raro soy yo. 

05 octubre 2011, Después de dos semanas comienzo a hacer algo errado, pero me da ansiedad ver mi piel toda destrozada y empiezo a quitarme la piel muerta por la parte de encima del pie y en la planta del pie. Y es como una tortura sarracena cuando las cruzadas. Mejor no contar como es. Pero desde la ingle hasta el dedo pequeño parece que me están clavando astillas de bambú del vietcong. El doctor ya me comentó que los músculos de la pierna están hasta los cojones del veneno. Así que toca ponerse en plan chuck nnrris y parecer que el dolor es como tener un orgasmo. Yo especialmente prefiero los otros.

Ayer fue la visita de la “secretaría de saude” para inspeccionar el hospital. ¿Y a quién le tocó la visita? Pues al único extranjero que está en el hospital. Aparte de ser el único guiri de está pequeña ciudad. Tan grande como Corralejo pero cerca de Maringá. Que es más grande que Las Palmas. Me dieron las felicitaciones por vivir en Brasil. Para más “Inri” hoy vino el alcalde de este pueblo y me soltó el rollo de que era hijo de andaluces. Casi le digo que tiene la ciudad en andapilas. Pero todo bien. Por lo menos soy un bicho chick para ellos. El pie ya está mejorando pero tomo pastilla de “ronca ronca mimí”. Porque no aguanto el hormigueo de las heridas. 

Yo cogí una naranja y con el cuchillo le hice una sonrisa y dos ojos. Como Tom Hanks en la película el náufrago le hizo a un balón. Le puse de nombre “capullo” y de vez en cuando la miro y le digo... ¿De que te ríes capullo? Pero lo mejor es cuando viene alguna enfermera y se sonríe cuando ve la naranja sonriente. Yo les digo de cachondeo... Sí se sueltan el botón del escote la naranja abre la boca. No vean la moral que me dan. 

09 octubre 2011, Chacho… chacho... Que aquí se está muy bien. Lo único malo fue la araña y un despiste del médico el primer día. Aquí tratan a uno como a un conde. De “villabajo” pero como a un conde. Además me puedo soltar la lengua que no se enteran. Y como mi espanguanche me aflojo cada una, pobres amigos brasileños que están usando el traductor. 

10 octubre 2011, Bueno, me acaban de dar la baja médica Hasta el 21 de noviembre de 2011, significa que me quieren fuera del hospital y después rehabilitación para recuperar los músculos de la pierna izquierda. Muletas y antibióticos. Pero todavía me queda casi una semana más en este hospital. Que bien. Voy a adorar las judías toda mi vida y encima estoy más tupido que después de comer una hartera de tunos. 

16 de octubre 2011, Ya voy para casa está noche. Y de reposo todo un mes. Hacer las curas en el ambulatorio y tomar los antibióticos en casa. Pero no puedo comer huevos ni carne de cerdo. Así que ni hablar de una tortilla de papas ni de unas chuletas. “Joer” voy a tener que seguir con el arroz. Que bien ya voy para mi cama, que me costo tanto mal acostumbrarme todos estos días en la colchoneta del hospital. Lo único que va a joder irme es el palo de agua que está cayendo. Con rayos y truenos oiga. Para que flipen un poco fuera de Brasil. A las seis de la tarde ya puedo salir del hospital. Porque es cuando debería tomar el antibiótico. Pero será en casa si la dichosa lluvia deja. Me llevaran en una ambulancia. 

Todos los días que me tienen que limpiar el pie, y va una enfermera a casa a hacerme los curativos y el día de fiesta y los fines de semana viene a buscarme una ambulancia para llevarme al hospital para hacerme las curas. En otras palabras. Como un conde. Está gente es maravillosa. Y ya paro de llover. Así que con suerte mi cama ya no me va a extrañar más. 

18 de octubre 2011, Mañana toca película gore. Se titula "aranha marrom" contra naranjito "capullo" está basada en las fotos que me hice del pie después del baño y antes que me lo vendasen. Advierto que no es para personas sensibles que no pudieron ver la matanza de texas o popeye esnifando espinacas. Para más coña le puse música de batucada por la araña brasileña y que me jodio el bailoteo. Se me olvidaba, también doy gracias a dos colegas que venían una vez por semana a rezar una oración y me tocaban el pie para sacar el veneno. Todo ayuda, digo yo. Al final se me pegó el "Deus te abençoe" y el "vai com Deus" que se dice mucho aquí como nosotros decimos "chao pescao.”

Ardía en deseos por el almuerzo de casa cuando estaba en el hospital. Me voy a hacer un caldo de papas el fin de semana. Lo peor es que el cilantro hay que comprarlo en vo supermercado de japoneses, aquí en Brasil no lo consumen como nosotros. 

Brasil es un país gigantesco donde hay playas de sueño. Selva amazónica gigantesca. Sitios que parecen que es centroeuropa. Distancias enormes. Animales hermosos. Plantas y flores sin comparación. Pero lo mejor es la gente. Son como los canarios. Siempre de buen rollo y muy gentiles. Hacen sentir bien a los que somos guiris.

Este es el video que me hice durante mi estancia en el hospital, durante 2011, si no puedes ver imágenes hospitalarias, pues no lo hagas, jeje, ya estoy en casa, de baja hasta el 10 de noviembre. el pie esta en su sitio todavía, asi que algo bueno saldrá de todo esto.






RECADITO PARA ESTA GENERACIÓN “NI-NI”.

Cada día me sorprendo menos con estos chavales de nuestra actual forma de vida, pero con seguridad ellos si se asombraran con lo que muchos de nosotros, en nuestro medio siglo de vida, tuvimos que vivir y aprender.

Muchos de nosotros fuimos criados con gofio y leche de cabra recién ordeñada, desde el biberón hasta La escudilla, sin rechistar ni dejar nada en El plato. Usábamos pañales de tela y nos ponían crema para las manos en el culito para no sollarnos. Cuando caminar solito se convertía en nuestro mejor pasatiempo, nos llevaban para los campos o para las salinas, donde aprendimos jugando a plantar los tomates y pepinos o a rastrillar la sal seca para hacerlas montoncitos.

En casa no había TV, pero siempre teníamos algún libro para leer que nos llevaba a viajar en las aventuras con indios y vaqueros o la vida de algún naufrago dando a su mejor amigo el nombre de Viernes. Cuando se acababa algún embalaje de comida o nos hacíamos con pedazos de muebles, lo reciclábamos como juguetes, buscábamos tachas dobladas en el suelo como si fueran pepitas de oro, para poder montar nuestros ingenuos “games”, hasta que llegase la temporada del trompo o los boliches, época que montábamos nuestras batallas en virtuales campos de lucha.

Nuestras abuelas no tenían su casa a prueba de niños, donde nos alimentaban con comida casera y nos llevaban a las fiestas del pueblo donde nos lo pasábamos bien en cualquier atracción o conociendo nuevos amigos. Cualquier bicicleta era la envidia de los que no podíamos tener una, si conseguíamos una prestada, éramos los amos del universo. Creci con valores de respetar, ayudar y trabajar, incluso si nos llevábamos un "sonio en la oreja", no nos sentíamos como pobres niños sin cariño, casi siempre era nuestra inocente culpa de mal comportamiento.

En La escuela hacíamos fila para entrar, para el recreo, para salir, todo en orden y siempre con la mayor disciplina indisciplinada, nuestra ilusión era tener una calculadora de mano, una caja de lápices de colores y todo tipo de reglas para usar en clase. Nuestro pasatiempo era intercambiar cromos o boliches, discutir por equipos de futbol o darnos envidia uno al otro por haber visto la película de kung-fu del momento.

Nuestra merienda podía ser pan con plátano, pan con chorizo o pan con pan, comprar bollería era prohibitivo para nuestras 25 pesetas que a veces conseguíamos para llevar a la escuela, todo estaba bueno y nos lo acabábamos en dos saltos mortales de muelas, corríamos a las pequeñas tiendas de aceite y vinagre para comprar helados de leche y coco rallado o de leche con cola-cao.

Nos poníamos felices con los experimentos que aprendíamos en la escuela, nos inventabamos redes sociales con vasos de plástico unidos por un hilo, haciemos nuestros aplicativos con tres piedritas de un color y otras tres de otro color para jugar en cualquier sitio al “tres en raya”. Teníamos un ordenador virtual jugando al “piedra, papel y tijera”. Cualquier cosa era buena para intercambiar, incluso los 10 minutos en bicicleta prestada.

Nuestra madre nos enseñaba cocinar, lavar ropa, coser un boton, hacer La cama y muchas otras cosas más, a veces con chancla en mano. Y no por eso creíamos que éramos victimas de exploración infantil... nuestro padre nos dejaba coger el volante del coche, sentado entre sus brazos, eso si que era sentirse el amo. Como era de bueno dar envidia a tus hermanos y primos, siempre y cuando no pasabas encima de algún agujero o piedra de la carretera, porque ahí si que te volvías el “platero” de las risas de todos ellos, aparte del cogotazo que te ganabas.

Y no es por decir que tiempos anteriores fueron mejores, eso es un hecho. Pero si poder decirles a los “NINI” que nuestros valores eran de carne y hueso, sentíamos todo lo que hacíamos y el placer de descubrir nuestro mundo de una forma natural y sobrevivimos.

Si esta historia te hace recordar tu infancia, eres parte de la generación viva, sin artificios. Si al contrario te sientes fuera de esa aventura de vida, te deseo lo mejor para no intoxicarte con realidades virtuales, artificiales de la vida actual. A veces ir a coger papas con tu familia o amigos, en modo “pokemon-go” reactiva la aventura de vivir.

Comparte mi historia si eres de los que creen todavía en Orden, respeto, disciplina, bondad, educación, obediencia y amor... Por un mundo donde haya derechos y también deberes, de valores y solidaridad.


SI, ese "renacuajo" soy yo, con mi abuelo materno, Julio Valido Padrón, en su casa de San Roque, Telde. Yo claro está, me dedicaba a cuidar de sus cabras. entre 1966 - 1967

miércoles, 10 de agosto de 2016

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